Gran Concierto Nacional, Concierto por la Paz, Concierto por la Libertad.



Por Diego Alejandro Londoño Molina

honestidad.brutal01@gmail.com

androide_paranoico4@hotmail.com



Este 20 de julio, el Grito de Independencia se transformó en una polifonía de miles de voces resonando en todo el territorio nacional; de los pueblos más recónditos a nuestras grandes ciudades, de la Colombia más profunda y las fronteras, a nuestras capitales y colonias en el extranjero, de la tradición a las nuevas expresiones, todos juntos en un concierto para celebrar nuestra independencia y la inmensa diversidad y riqueza de nuestras músicas, como expresión de una cultura vital y dinámica.
1.060 Municipios unidos en concierto, más de 140 mil artistas en todo el mundo convocados por la producción artística del Gran Concierto Nacional que estuvo a cargo de uno de los más destacados productores musicales del país, Iván Benavides que con su fundación “Toda Vía” se vinculó como asesor del Ministerio de Cultura para el Gran Concierto Nacional, en el que se desarrollaron conciertos de manera simultánea con el propósito de mostrar toda la riqueza musical del país.

Hermosas melodías interpretadas por los niños y jóvenes de Batuta dieron inicio al Gran Concierto Nacional a las 12 del medio día, en el Parque Explora de la ciudad de Medellín. El concierto continuo con la Orquesta Sinfónica de las Escuelas de Música de Medellín, con una presentación con todo el sabor tropical, que puso a mover a más de uno entre el sol incandescente, con memorables canciones de nuestra cultura musical como “Colombia Tierra querida” del importante compositor Lucho Bermúdez.
¿Crees que la música como expresión de arte y cultura, puede aportar a la construcción de un mejor país?
“Si, me parece que cualquier forma de expresión libre, donde además contenga alicientes, puede mejorar enormemente nuestro país, que necesita una gran dosis de tolerancia hacia los otros”, dice Claudia Echeverry, asistente a la movilización.
No sabemos nada del futuro, pero si somos capaces de perseverar en la construcción de un mundo justo y libre, nos podemos imaginar un país en el que la música de nuestros maestros como Lucho Bermúdez y Alejo Durán, de Los Gaiteros de San Jacinto y Gualajo y el Cholo Valderrama, seguirá sonando en la memoria de las futuras generaciones, al lado de las músicas nuevas y universales. La música nos puede ayudar a construir una nación mejor, donde la Tierra del Olvido sea también tierra de promisión.
El trío Cielo Roto, con bandola, guitarra y tiple, interpretó lo más representativo de la música andina Colombiana y Jorge Velosa y los Carrangueros, contagiaron a todos los participes con su alegría y con lo mejor de la carranga y el sonido del altiplano cundíboyacense, esto, estuvo acompañado de frases alusivas a la libertad y la paz: “Lo poco que cuesta un tiple y lo hermoso que suena, lo mucho que cuesta un rifle y lo feroz que truena”, Jorge Velosa Ruiz.
¿Qué piensa de la movilización y del gran concierto? ¿A que nos puede ayudar?
“Creo que la movilización sirve para dar esperanza a las familias de los secuestrados y para unir al país, pero no influye en el pensamiento de los grupos armados”, Oscar David Restrepo, asistente al Gran Concierto Nacional.
Providencia, grupo de reggae de la ciudad de Medellín, llegó pisando fuerte, aportando al Gran Concierto su mensaje que invita a la reflexión, la paz, la hermandad, la conciencia social y la justicia.
Y para terminar, la presentación de Andrés Cabas, la cuota importante del pop con ese toque tan importante de folclor a nivel Latinoamericano, este personaje hizo vibrar al público paisa con su energía y compromiso con la función social y más que eso, con la libertad.
La intención de estas masivas movilizaciones y eventos culturales, mas que una forma de gritarle al mundo entero, ¡Paz! ¡Libertad!, es darle fuerzas y esperanza a todos los hermanos que quedan aún presos de la libertad, pero también hablar de libertad de culto, libertad de prensa, de expresión y de pensamiento.
Un concierto que fue una metáfora de convergencia en la diversidad por la expresión de todos los géneros que reflejaron y dieron a entender tolerancia, que es lo que se vivió en el Gran Concierto Nacional, ya que la música esta por encima de toda raza, de todo pensamiento, de todo estrato social, de toda expresión.




Apropósito del Miss Universo ¿Por dónde entra todo?



Por Diego Alejandro Londoño Molina

Androide_paranoico4@hotmail.com

Honestidad.brutal01@gmail.com

Al escuchar los comentarios de pasillo luego de la elección de la señorita Miss Universo el día lunes 14 de julio, se me revuelve en las entrañas y en la cabeza la sensación de inquietud que al parecer es la de muchas otras personas y que seguirá siendo (pues creo yo que no podré resolverla en esta ocasión). Lo primero que escucho decir acerca del acontecimiento es: ¡Que rabia, nos robaron la corona!, pero ¿cuándo la tuvimos?, acaso la ganamos y la señorita Miss Universo Venezuela Dayana Mendoza, nos la arrebato?.

Acaso estos triunfos si es que los tenemos, son reiterativos en nuestro país, sufrimos de amnesia o la megalomanía nos invade, existe potencial, sin duda lo hay, pero no se puede subestimar el potencial de los demás.

Las preguntas que me surgen acerca de este certamen son muchas, como: ¿qué tipo de mujer buscan para Miss Universo?, ¿Será una mujer embotellada en las realidades que solo la rodean a ella?, un mujer con enormes senos y unas nalgas provocativas? o, simplemente con ¿un rostro y una sonrisa perfecta para que sonría por todos nosotros?,
Conocemos mujeres luchadoras, idealistas, propositivas que no solo son admiradas por su belleza estética, sino por su trabajo y su aporte a la sociedad, y que justamente deberían de ser ellas, las Miss Universo, no por su belleza efímera ni mucho menos, sino por su coraje y su verdadero aporte, ¿pero será este el prototipo de una Miss Universo? Hasta donde tengo entendido y por hablar mas localmente y no irme hasta Vietnam, ya que el tiempo no me alcanza; la función de una reina de belleza además de conocer las necesidades de las zonas más vulnerables del país, es aportar para la solución y acompañarlas, pero entonces, ¿será el prototipo de reina una mujer ajena a las realidades de un país?.

Bonita conclusión, para un certamen que la verdad confunde; ¿cuál será su intención; política, económica, o quizás sólo de farándula? , de serlo así Andrea Echeverri aclara todo este enredo: El cuerpo es sólo un estuche y los ojos la ventana, de nuestra alma aprisionada.




Nace la Fuerza Informativa


Por Redacción la Fuerza Informativa

Artículo 20 de la Constitución Política de Colombia dice: “Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura. Con base en el anterior artículo nace “La Fuerza Informativa”.

Creyendo que no habrá censura y que en nuestra democracia se pueden fundar medios de comunicación, un grupo de profesionales y estudiantes de las ciencias sociales, del periodismo y del mundo cultural, dan vida al proyecto periodístico “La Fuerza Informativa” el cual tiene por objetivo desarrollar su trabajo comunicativo con base en la investigación, donde cada temática abordada llevará un análisis crítico y propositivo, para que sirva de herramienta social para la comprensión de la realidad cultural, política y social, tendiente al desarrollo de iniciativas para la reconciliación nacional.

Como colombianos tenemos derecho a acceder a una información desde la diversidad, desde la independencia, y no solo desde las posturas únicas que plantean los medios masivos de comunicación; en tal sentido desde “La Fuerza Informativa” les extiende la invitación para que ingresen al portal de internet y desde allí se puedan informar, puedan sentir, interactuar, leer y escuchar sobre la realidad de nuestro país y de nuestra región. La dirección es: www.lafuerzainformativa.com

Fiesta de la Música ¿Fiesta de los músicos…?

Por Diego Alejandro Londoño Molina

androide_paranoico4@hotmail.com

honestidad.brutal01@gmail.com



La Fiesta de la Música es una gran manifestación popular, abierta a todos los músicos aficionados o profesionales, que desean compartir su música con públicos heterogéneos. Se trata de un evento de talla internacional, donde cada año millones de personas de los cinco continentes se reúnen simultáneamente para celebrar en torno a la música.

La Alianza Francesa de Medellín y la Alcaldía de Medellín en concertación con Sayco, con el auspicio de la Embajada de Francia en Colombia, se complacieron en presentar y desarrollar la Fiesta de la Música 2008, la cual se llevó a cabo en total normalidad, con una amplia asistencia de todos los medellinenses que se deleitaron con lo mejor de la música local. Excelente plan de sábado que ambiento la lluviosa tarde del solsticio de verano, curioso, no?

Fueron más de 900 músicos en escena, 100 agrupaciones, más de 30 géneros musicales y aproximadamente 20 escenarios en el área metropolitana, marcharon en total armonía 12 horas de música en conexión con el mundo y libre esparcimiento ciudadano. La Fiesta de la Música de Medellín, es la más grande después de las de Europa. Por estadísticas y cifras que maneja la organización a nivel mundial, somos la ciudad donde se vive con más fervor este día de Fiesta. ¿Qué tal?
La Fiesta de la Música se realiza gracias al aporte voluntario y desinteresado de la Embajada de Francia en Colombia, la Alcaldía de Medellín, la Secretaría de Cultura Ciudadana, la Empresa Privada, las instituciones asociadas, un puñado de organizadores, los medios de comunicación y para terminar, muy allá, atrás, los músicos.

Sí es la Fiesta de los Músicos de nuestra ciudad, y si, según la Constitución Política de la República de Colombia que ampara en la Ley 397 del año de 1997 del Ministerio de Cultura, desde los artículos 70, 71 y 72 el decreto donde se expone el derecho a que la música sea fomentada y difundida como valor cultural.

¿Por qué existe una tendencia a pagarles tan mal a los músicos? Y no solo mal, sino ¿a no pagarles?. Es muy común entonces encontrar frases tan típicas como: "mucha gente los conocerá", "les damos el licor de la noche", pero donde quedan entonces tantas horas, días, meses, años de sacrificio musical y todo lo que eso conlleva?

"yo creo que los músicos se dejaron meter como ¨tradición¨ el no pago, les bastan los escenarios ¨grandes¨ y la amplificación ¨profesional¨ y se pasan 10 años diciendo ¨es para que nos vayan conociendo y así se les acaban las bandas", argumenta Andrés Felipe Gómez, guitarrista y voz de Spastico, miembro activo del colectivo independiente GuitarRuidosis.

No nos dejemos meter gato por liebre, valoremos y amemos el trabajo de los músicos, de las bandas, apoyemos el trabajo independiente, denunciemos los contratistas abusivos, continuemos apoyando el trabajo de personas, corporaciones o grupos que verdaderamente, valoren y apoyen el trabajo de los músicos independientes como la Revista Música con su campaña " por un músico bien pagado" así sea.

IBA PARA OTRAPARTE

Por Luis Carlos Florez Toro
luchopaisa@gmail.com

Iba para Otraparte. Bajo la tibia bendición de una tarde de verano, extraña en este tiempo de lluvias, avanzaba resuelto hacia ese jardín calmado, donde todavía habita el alma del maestro González. Contaba con una hora de ocio, a la espera de que un mecánico envigadeño trabajara sobre mi motocicleta y la dejara mejor de cómo se la entregué. Ya me imaginaba leyendo poesía, tomándome un café al son de un jazz, sentado a la sombra de la querida casona.

Pero ocurrió. A mitad de camino entre el taller y Otraparte, habiendo recorrido cinco cuadras agitadas y ruidosas, pasé por esa esquina. Por las amplias puertas de reja enrollable miré hacia adentro para ver un bar pobre. Seguí de largo, pero no di más de tres pasos. Frené mi marcha, di media vuelta, regresé y entré al bar. Había quedado enredado en el anzuelo de un tango. Me senté y pedí una cerveza. El hombre de estatura media, contextura media, medio siglo y tez trigueña me destapó una Pilsen y sin pronunciar palabra la puso sobre la mesa cuadrada y metálica, como metálicas y viejas eran las sillas. Me encimó un vaso de vidrio y un cenicero de guadua, ambos sucios.

En el espacio del bar, que consistía en un salón tan grande como dos habitaciones pequeñas, respirábamos el mesero, un hombre ebrio que sonreía en una esquina y yo.

Lo primero que llamó mi atención fue el cuadro más grande del lugar, el cual ocupaba la pared frontal: "Atlético Nacional: Súper Campeón Copa Libertadores 1989 - Orgullo de Colombia". Y allí, estáticos y descoloridos, estaban una veintena de muchachos, veinte años más jóvenes que hoy. "El andino de oro" Juan Jairo Galeano, los difuntos Uzuriaga y Andrés Escobar, que no sobrevivieron a la lluvia de balas mafiosas, el gran René; Leonel, Alexis y el bendito Fajardo, ¡pura magia en los pies y el recuerdo de esa noche loca de gloria, en la que fuimos los más grandes!

Al lado del cuadro verde asoleado por los días, encontré la sonrisa de Ernesto Fama, después la gran selección Colombia del Pibe Valderrama, Asprilla, Rincón y Oscar Córdoba; Luego los grandes cantores Oscar Agudelo y Alberto Echagüe; más allá, Envigado Fútbol Club 1992 y a un lado, en fila Alfredo de Angelis, Pepe Aguirre y la foto clásica de Juan Pulido, con sombrero y gabán. Tras el mostrador, María Auxiliadora, un envejecido Independiente Medellín y la sonrisa perfecta de Gardel, para terminar de dar la vuelta al salón. Mi recorrido en círculo lo acompañaban las notas hirientes de un piano gaucho y la mirada vidriosa del ebrio del bar.

Volví a sentarme. Desde mi puesto podía ver pasar los autos de la gente que tiene siempre prisa, tanta prisa para llegar, no importa a donde, no importa que luego vayan a morir. Veía también pasar a los viejos que a lo largo de su vida vieron desaparecer las casas de antaño, las fincas solariegas y las frescas quebradas envigadeñas, para inexplicablemente, dar paso al cemento, al humo y al bullicio. También vi pasar de arriba para abajo a mujeres, mujeres de pechos jóvenes y olor a fruta, pidiendo en silencio ser amadas; vi sus ombligos, sus caderas talladas, sus hombros redondos, su cabello fragante, sus labios húmedos… Fui interrumpido por unas inaguantables ganas de orinar.

Me paré de la mesa, ya adornada por cinco envases de cerveza vacíos y me dirigí al pequeño cuarto de olor ácido y penetrante. ¡Fui tan feliz mientras disparaba con potencia mi chorro caliente! Volví a la mesa.

A mi leve embriaguez la acompañaba el llanto del bandoneón, la voz lunfarda de los bonaerenses, esa canción "tres amigos siempre fuimos…" me hizo doler el alma. La luz del cielo se hizo azul y pálida. Oscureció luego.

EL cantinero de contextura media y media estatura se acercó después de oírme cantar "No te apures cara blanca" de Corsini y rompiendo su inexpresividad me extendió la mano diciendo: "Héctor Darío, bienvenido al bar 'Los Tangos', a la orden". Hablamos de su nutrida colección musical. A mi reclamo del porqué toda la música estaba en formato de discos compactos, respondió con una sonrisa y un gesto de que esperara. Fue tras la barra, apagó el equipo de sonido y sacó un manojo de llaves, con las que se dirigió a una vieja pianola que estaba bajo el cuadro del Nacional. Tras una corta manipulación de don Héctor, el aparato cobró vida: sus luces se encendieron y luego se oyó la voz de Julio Martel, tras el hermoso chirrido de un acetato viejo.

Las horas pasaron chequeando códigos en la pianola, las notas sonaron haciendo bailar la nostalgia. Después la memoria me falla, no recuerdo más, solo que iba para otra parte.